sábado, 22 de octubre de 2011

SAMOSAS SIN GLUTEN: NOSTALGIAS VIAJERAS

Hace dos años que me diagnosticaron celiaquía y no he echado demasiadas cosas de menos en este tiempo: un donut de vez en cuando, una cervecita en el bar, una tostada de pan de pueblo auténtico,... nada imprescindible realmente. Me he acostumbrado bastante bien a mirar mientras los demás comen sin sentirme desgraciada, ni enfadada, a saber que en la mayoría de eventos sociales me limitaré a tomar un vino acompañado con suerte de una tapita de jamón, una gambita y un filetito a la plancha con verduritas al vapor, a reducir casi a cero y voluntariamente mis salidas a "tomar algo" por no tener que contarle mi vida al camarero, a contestar con un diplomático "mejor que no" cada vez que me dicen "bueno, por un día que te tomes algo no pasa nada, ¿no?". Francamente, hasta yo me sorprendo de lo bien que lo llevo, seguramente porque aún recuerdo lo mal que lo pasé hasta ese momento.
Aún así, hace unos días tomé conciencia de que hay cosas que nunca serán lo mismo y sí que me dan un poco de "nostalgia": se acabó descubrir comidas por el mundo en tascas de mala muerte, puestos de mercado o bares de barrio. De todos mis viajes guardo siempre recuerdos de "cuando comí....". Se acabó esa alegre espontaneidad que tanto me gustaba.
Pero bueno, voy a renunciar a ciertos momentos aventureros, no a probar la comida, claro.
Tras pensar todo esto, hace unos días, me estuve acordando de esas veces memorables comiendo algo típico, y me acordé de uno de esos platos que me encantaban en Inglaterra: la samosa. Y es que  quizás la comida más típica del Reino Unido es la comida india.... divina.

LAS SAMOSAS


La samosa es como una empanadilla en forma de triángulo rellena de un guiso de patata y guisantes bastante especiado. Es un aperitivo muy común y se sirve en cualquier restaurante o take away indio, cada cual con su toque propio. En los sitios más internacionales se suelen hacer con pasta filo, pero en su versión más original es una masa casera (ambas versiones se doblan de manera distinta aunque siempre en forma de triangulo). El tiempo que estuve en Manchester viví en el barrio del Rusholme, junto a la "Curry mile", una calle repleta de restaurantes de comida india, desde "take away" a restaurantes de mantel de tela, camareros de traje y una presentación de lo más fina; esta receta me recuerda mucho a aquel tiempo y su olor a curry.
El reto de la semana en mi cocina-laboratorio fue encontrar el sabor más parecido y autentico de las viciantes samosas que comí por allí.
El guiso ha sido sencillo, aunque cada familia o restaurante tiene su receta. La masa ha sido un poco más complicado pero también me ha hecho sentirme más satisfecha al conseguirla. La mayor dificultad era encontrar una masa que no se hinchara, que no fuera de pan, fácil de amasar y flexible, elástica y resistente al frito para que quedara con la consistencia adecuada ¡Lo conseguí! Tras siete combinaciones de masas, entre ellas encontré una óptima y otras dos que no recuerdan a las samosas, pero que son ideales para otras dos recetas.

lunes, 17 de octubre de 2011

TORTITAS Y PROPOSITOS CON MUY BUENAS INTENCIONES

Desde que publiqué la primera entrada de Momentos Propios (no hace ni un mes) empecé a plantearme algunas cuestiones. La primera de estas cuestiones es que "soy una estupenda cocinillas y una nefasta cocinera". Sí, lo confieso, mea culpa.

Para mí esto de la cocina siempre ha sido una cosa de impulsos e intuiciones. Yo no cocino, "hago la comida", nunca compro pensando en una receta sino que invento la receta con lo que hay en la cocina o lo que voy pillando más a mano. Creo que nunca he seguido una receta al pie de la letra, es como una fuerza superior a mi que me hace cambiar o añadir algún ingrediente, modificar las cantidades o fusionarla con otra receta. Más aún, creo que nunca he hecho el mismo plato dos veces... Lo curioso es que siempre sale rico, proporcionado, sabroso,... así que tengo que ser una cocinillas buenisima, ¿no?
Este blog se está convirtiendo también en un propósito de enmienda, de controlar ese impulso de quitar y poner, y empezar a obedecer al papel. En mi primera semana de buenas intenciones he seguido dos recetas al dedillo y no me ha gustado nada el resultado (estoy trabajando en ellas, así que no las revelo hasta que no consiga algo más que decente) así que también va a ser un blog de innovación y creación propia, pero con método. Ese es otra de las cuestiones: no tengo método y ese método es importante para evolucionar y mejorar. Un pintor o un escultor puede ser muy creativamente artista, pero dominar la técnica lo llevará donde quiera ir.
Así que la segunda intención es investigar, catar, identificar la variación en el plato cuando modifico algo, ver como reacciona, hacia donde gira, observar, saborear, conocer.
La mejor noticia para mí es que tengo mi primera victoria, monotema de la semana, algo muy facilito... mis "tortitas mejoradas".


TORTITAS O PANQUEQUES

Ummm, panqueques. Hay pocas cosas desayuno-postre-merienda tan fáciles y socorridas como unas tortitas, con sirope de arce, mermelada, miel, fruta, chocolate, nata,... lo que gustes. Lo más curioso es que hacia años que no las comía, hasta que mi sobrina me trajo hace unos meses un preparado orgánico y sin gluten de regalito desde Nueva York. Estaban ricas, y más siendo un regalo traído con mucho cariño. Estas semanas tocó investigar "la receta".

sábado, 8 de octubre de 2011

BUENOS DIAS CON PAN DE QUESO (PAO DE QUEIJO)

Sábado de un soleado día de otoño y en casa vamos despertando cada uno a su ritmo. Yo me quedo un ratito más en la cama porque Gabriel sigue durmiendo a mi lado, "semiabrazado" a mamá, o a uno de sus pectorales mejor dicho. Es tan mágico un bebé, tan tierno, tanto que es como si detuviera el tiempo, más en una soleada mañana de otoño.





Al fin nos levantamos y vamos subiendo persianas para disfrutar de la gran suerte de vivir rodeada de árboles en plena ciudad. Mi princesa mayor, mi bebé, mi relación viento en popa, esta casa y sus ventanas... hoy me siento enamorada y agradecida. GRACIAS, VIDA.


PAN DE QUESO O PAO DE QUEIJO
Desayuno-brunch de sábado y como de costumbre últimamente no hay pan. Hace ya unas semanas que dejé de comprar pan sin gluten, seguramente por flojera, porque aquí en Oporto hay pocos sitios donde conseguirlo. Así que una vez más toca preguntarse "¿y ahora qué hacemos?" Ale tiene la respuesta. "Pan de queso ese tan rico que tu haces". ¡Adjudicado!
Esta es una de esas recetas que tanto me gustan porque es una receta original, como se hace en origen, y no una adaptación de algo para que pueda comerlo un celiaco. El pao de queijo es una de las recetas más típicas de Brasil y aquí en Portugal es relativamente popular, o al menos es fácil encontrar el ingrediente necesario: el almidón dulce de yuca o mandioca. En la receta original se usa queso mineiro (de Minas Geráis, de donde es típico este pan), aunque fuera de la zona se usa cualquier tipo de queso curado, normalmente parmesano rayado. Yo suelo echar "el que tenga", en este caso enmental, sólo es necesario que pueda rayarse más o menos fino.

lunes, 3 de octubre de 2011

BUSCANDO EL CAMINO DEL MEDIO: TABULE DE QUINOA

Hacía tiempo que no pasaba un fin de semana de congestión como el que acabo de pasar. Quizás sea porque en casa andamos todos resfriadillos, o porque en septiembre las esporas me ponen medio "conjuntivistica" o porque el cambio de estación siempre supone un esfuerzo al organismo,... Pero no busquemos escusas. Estoy así porque no sólo no me he preparado para el adorable y perturbador septiembre, sino que además me he deleitado en los pecados del "bakering", el abuso del azúcar, las harinas refinadas, las féculas y los horneados. Quiches, tartaletas, churros, bizcochos, panes de queso,... no puede ser, es momento de hacer algo y empezar a cocinar algo decente y pensando más en la salud... Ese va a ser el reto, buscar el equilibrio entre placer y salud, en la cocina y en la vida, encontrar la senda del camino del medio como decia Buda.

Tabulé de Quinoa.
El tabule es una ensalada con cuscus, pero como el cuscus es sémola de trigo y eso tiene gluten, vamos, la alternativa más rica y mejorada que puede encontrarse es el tabule con quinoa.
La quinoa es un grano, más pequeño que medio arroz, procedente de los andes donde los incas lo veneraban como un alimento sagrado. Tiene muchas cualidades como ser relativamente rico en proteínas, tener un valor glicémico bastante bajo (va liberando la energía al organismo poco a poco, lo que ayuda a mantener los niveles de azúcar estables), ser altamente tolerable y de fácil digestión, muy rico en minerales, hierro y vitaminas del grupo B... ¡Y no tiene gluten! Vamos, que miremos por donde miremos salimos ganando, celiacos o no celiacos.