lunes, 18 de marzo de 2013

PALITOS CRUJIENTES DE POLENTA. FUBA Y FARINHA DE MAIZ

Últimamente estoy aprendiendo muchas cosas sobre harinas. En el día a día de una persona no celiaca puede parecer que la única harina es la de trigo. Una vez que te dicen que el gluten ni en pintura descubres que hay un mundo lleno de color y variedad en el mundo de las harinas y que en otros lugares y en otro tiempo el pan no lleva o llevaba gluten de manera natural: arepas de maíz, pães de queijo con yuca, tortillas de maíz mejicanas, panes ácimos de trigo sarraceno o sorgo, fainá italiana de garbanzos, casabe venezolano, panes planos indios de legumbres... y nosotros sin saberlo!!
Para más profundidad un dia te enteras que un mismo ingrediente se pueden sacar cuatro o cinco "harinas y almidones" dependiendo de como se muelan y el tamaño del grano.
Hoy hablo del maíz. En Brasil es normal encontrar almidón de maíz que todos conocemos (la maicena), harina de maíz blanca o amarilla y fubá (mimoso, común) y sémola. Y qué diferencia hay entre el fubá y la harina? Porque si buscas en un traductor "fubá" y "farinha" ambos son "harina". La diferencia es que para hacer la harina, primero se muele el grano, se tuesta u hornea y después se vuelve a moler para hacer la "harina". La fubá en cambio es el resultado de moler el grano en crudo, normalmente sin simiente porque es bastante inestable y dificulta los almacenamientos prolongados. Si se muele muy fino se llama fubá mimoso, con grano medio común y si es grueso es sémola de maíz. Así se conocen como dos ingredientes distintos y se usan para recetas diferentes, por ejemplo la harina para el pan de maíz y la fubá para la broa de pan.

Palitos crujientes de polenta, sin gluten y veganos

Nuestro equivalente conocido del fubá es la polenta italiana, y aunque yo compre mi fuba mimosa para hacer unos dulces de fubá que es una receta tradicional, al final la estoy gastando haciendo palitos de polenta crujientes, que está siendo el capricho sano de mis fierecillas.... para ellos es un snack y para mi es comida permitida... quién da más? Además están buenisimos.

PALITOS CRUJIENTES DE POLENTA

La única pega de esta receta es que se hace en dos partes y lleva su tiempo, pero también tiene un punto bueno para compensarlo: se puede hacer mucha polenta y tener para varias veces o distintas recetas (próximamente otra), e incluso congelar parte de la masa. El resultado es parecido a una patata, pero mas crujiente incluso y con un sabor suave a maíz y un toque que recuerda a los churros. Además se les puede dar un toque del sabor que queramos, esta vez por ejemplo a la mitad de la masa le añadí un refrito muy muy picadito con champiñones, tomates secos, cebolla y ajo, y la vez anterior le añadí hierbas aromáticas y especias, pero se puede dar el toque que queramos: picante, con pimentón, al gengibre, ajo....

INGREDIENTES

- 1 parte de polenta o fubá o semolina, es decir, harina de maíz crudo.
- 4 partes de agua
- Sal y pimienta al gusto.
- (más los ingredientes que queramos añadirle si queremos darle más sabor: parmesano, setas, tomates secos...)

PREPARACIÓN

En una cacerola ponemos el agua y la polenta, removemos y ponemos a fuego medio sin dejar de remover para que no se pegue. Cuando empieza a burbujear bajamos el fuego y seguimos el hervido sin dejar de remover unos 20 minutos. Cuando está terminando añadimos sal y pimienta al gusto, pero teniendo en cuenta que cuando hacemos los palitos crujientes quedan mas salados que la masa hervida y que si vamos a mojar en salsa también llevará sal, así que mejor dejarla un pelín sosa.


Echamos la masa en un molde, preferentemente cuadrado y dejamos enfriar. En esta tanda de las fotos, la mitad de la masa fue simple, sin nada, para los peques y la otra mitad con tropenzoncitos de verduras.


Dejamos enfriar y metemos en la nevera hasta que cuaje bien, mejor hasta el día siguiente.
Desmoldamos la masa, la cortamos a palitos, de unos 3 milimetros de grosor y los hacemos a la plancha a fuego suave con un poco de aceite, mejor añadido en spray para que todos queden rociados pero con poca cantidad.
Doramos sin tapar durante unos cinco minutos por cada lado o hasta que queden al menos en la mitad de su grosor.


Podemos servirla igual que si fueran patatas fritas acompañando otro plato o como aperitivo para mojar en tu salsa favorita... esta vez una salsa de yogur, pero pega con la que mas te guste....


BOM APETITE!

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