jueves, 29 de septiembre de 2011

EL HOMBRE PROPONE... LIMA Y CARDAMOMO

Hoy pensaba virar al lado salado de la vida con la quiche de espinacas que comimos ayer, pero no ha podido ser; mi momento propio del día iba por su cuenta.
Llevando a la princess al cole me han dado los buenos días las primeras hojas de otoño, de un amarillo intenso sobre el gris oscuro del suelo, justo delante del portal... buenos días, otoño. El primer pensamiento fue hasta mi cámara de fotos que no suele salir de casa y siempre me arrepiento. El segundo pensamiento ha sido algo así como "ohhhh", por lo bonito y por lástima, y es que me había hecho muchas ilusiones sobre disfrutar el verano aquí que no hace mucho calor, en Oporto, y por las cosas de la vida no pudo ser, así que me despido del verano con la sensación de ni siquiera haberle dado la bienvenida.
De vuelta he entrado en la frutería que hay justo al lado del cole y una pequeña cajita de "las ultimas fresas de la temporada" me estaban haciendo un guiño casi agonizante... lo de agonizante porque estaban ya en las últimas, las pobres, o se las llevaban hoy o a mañana no llegaban... El cartelito del precio me ha dado otro guiño y una sonrisita: 78 céntimos el kilo... y entre otras cosillas se han venido un kilito de rojas pasiones.
Las hojas amarillas y el otoño me han recordado mi infancia, el cole y un recuerdo recurrente: la crema de relleno de los pasteles que comía cuando era pequeña, con un aspecto transparente blanquecino y menos cremosa que la crema pastelera. Es curioso, pero para mi la crema pastelera era lo que yo había comido, y no esa mezcla de leche, huevo, azúcar y harina con vainilla que tanto me aburre y a la que no consigo cogerle el gusto.
Al cabo de un rato de búsquedas intermitentes en internet he encontrado alguna pista, existe una "falsa crema pastelera", que no lleva huevo, y si quieres no lleva ni leche... y me he dicho: al ataque! Experimentos con crema pastelera, quiche, las fresas.... esto suena a que el destino ha puesto en mi camino una tartaleta de fresas... y es que por mucho que uno proponga... el destino es el que dispone.


Tartaleta de fresas sin gluten.
Para no engañar a nadie, esta es una autentica bomba calórica disfrazada de inocente postre frutal. Un autentico lobo con piel de cordero, aviso.
El segundo aviso es que no es una receta sino un experimento de cocina, digamos que practicamente me la he inventado al paso.

La Tartaleta ha sido una fusión de espontaneidades, porque mi hija de 5 años se ha ofrecido a ayudarme. Sobre tartaletas, de la experiencia he sacado una nota: no hay receta, es cuestión de gustos. Si te gusta más tipo galleta, la preparas como una galleta, que te gusta más tipo pan, pues más como el pan... La base es mantequilla, harina, azúcar y huevo. Además le viene bien una pizquita de sal, pero como la mantequilla era salada no la he puesto, y un poco de levadura química, pero como la quería tipo "galleta que se rompe" tampoco le he echado. Para darle la consistencia un poco de leche o agua. Más o menos ha sido: 1 cucharada grande de mantequilla, 3 cucharadas de azúcar y 2 cucharadas de harina de arroz, 3 de maizena y 4 de harina panificable (cosas de cocinar con niños en edad de aprender a contar) mezclando frotando entre las manos para hacer granos. Echamos un huevo y amasamos. Ya viendo como queda la masa en este momento le añadí un chorrito de agua y media cucharadita de goma xantana para darle elasticidad. Se va amasando y se corrige de agua o de harina hasta pillarle el punto elástico (no tanto como el pan, la masa de galletas se rompe, no es chiclosa sino un poco "arenosa"). Incluso en el experimento han caído 3 galletas tipo maría sin gluten machacadas en el mortero. Amasado todo, se hace una bola, se envuelve en film y al frigo un rato a descansar. La extendemos con un rodillo o con las manos sobre un papel encerado hasta tener unos 2-3 milimetros y se coloca sobre el molde engrasado (los recortes lógicamente no se tiran, se hacen galletas).
Al horno 1o-12 minutos a 180º, controlando... listo.
La "no-crema-pastelera" tambien ha surgido de la imaginación porque no encontré una receta, así que ante la ignorancia, imaginación: 1 litro de agua, un chorrito de leche, 4 cucharadas de azúcar, 2 cucharadas de maizena y 3 de harina de arroz y paciencia... Como es una crema muy neutra tiene la gran ventaja que se puede aromatizar con lo que quieras. Yo tenía una lima que me estaba diciendo: USAME, así que le he rallado toda la piel muy finito y he puesto la mitad a hervir con el agua, una cucharada de azúcar y una lasquita de canela (poquito). Cuando ha hervido un buen rato lo he retirado del fuego y he echado de golpe toda la harina y el azúcar ya mezcladas.... y a mover, mover y mover otra vez en el fuego. No tiene que quedar duro, ya se cuaja cuando se enfría.
Al fina he dividido la crema en dos cuentos, uno con la otra mitad de rayadura de lima y el otro con media cucharadita de cardamomo, para probar diferencias... la de lima queda más ligera, la de cardamomo me suena más a "relleno de bollería". Además combinan muy bien la una con el otro... La canela es un toque que me encanta, pero no en los postres porque es tan obvio que a veces aburre.
Dejamos enfriar tapado con un film transparente pegado a la superficie de la crema para que no haga costra... y ya está lista.
Para cubrir: un almíbar con azúcar y agua, muy expesito, añadimos un par de hojas de gelatina hidratadas y el zumo de la lima.
Cuando todo está a buena temperatura montamos la tartaleta rellenado con la crema pastelera, colocamos las fresas cortadas y pintamos con el almíbar... un poco de azúcar glas espolvoreado si tenemos... y listo...
Hasta mañana no podré deciros como está... estas calorías de noche matan la conciencia de cualquiera... Eso sí, probé la crema y esta si que se parece a la crema de mis recuerdos.... ya me puedo acostar contenta.


NOTA: Buenisimas. Mantener en el frigorifico y servir frescas (el toque de lima insuperable con la fresa). La mejor presentacion y formula serían mini tartaletas individuales, por comodidad para comerlas y servirlas y sobre todo para no pecar demasiado...

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