BUENOS DIAS CON PAN DE QUESO (PAO DE QUEIJO)

Sábado de un soleado día de otoño y en casa vamos despertando cada uno a su ritmo. Yo me quedo un ratito más en la cama porque Gabriel sigue durmiendo a mi lado, "semiabrazado" a mamá, o a uno de sus pectorales mejor dicho. Es tan mágico un bebé, tan tierno, tanto que es como si detuviera el tiempo, más en una soleada mañana de otoño.





Al fin nos levantamos y vamos subiendo persianas para disfrutar de la gran suerte de vivir rodeada de árboles en plena ciudad. Mi princesa mayor, mi bebé, mi relación viento en popa, esta casa y sus ventanas... hoy me siento enamorada y agradecida. GRACIAS, VIDA.


PAN DE QUESO O PAO DE QUEIJO
Desayuno-brunch de sábado y como de costumbre últimamente no hay pan. Hace ya unas semanas que dejé de comprar pan sin gluten, seguramente por flojera, porque aquí en Oporto hay pocos sitios donde conseguirlo. Así que una vez más toca preguntarse "¿y ahora qué hacemos?" Ale tiene la respuesta. "Pan de queso ese tan rico que tu haces". ¡Adjudicado!
Esta es una de esas recetas que tanto me gustan porque es una receta original, como se hace en origen, y no una adaptación de algo para que pueda comerlo un celiaco. El pao de queijo es una de las recetas más típicas de Brasil y aquí en Portugal es relativamente popular, o al menos es fácil encontrar el ingrediente necesario: el almidón dulce de yuca o mandioca. En la receta original se usa queso mineiro (de Minas Geráis, de donde es típico este pan), aunque fuera de la zona se usa cualquier tipo de queso curado, normalmente parmesano rayado. Yo suelo echar "el que tenga", en este caso enmental, sólo es necesario que pueda rayarse más o menos fino.


INGREDIENTES


La receta original puede ser más o menos así: 250 gramos de almidón dulce de yuca, 100 gramos de agua, 100 gramos de parmesano rayado, 2 huevos y una pizca de sal. Y sale muy rico, pero hoy había decidido probar algo más ligero, así que el experimento de hoy ha sido:
250 gramos de almidón dulce de yuca + 20 gramos de maicena
100 gramos de agua
2 huevos
60 gramos de kéfir
40 gramos de queso emmental rayado fino
1/2 cucharadita de levadura química
una pizca de sal


PREPARACIÓN
Mezclamos todos los ingredientes a maquina o manualmente hasta que quede una masa homogénea y muy fina. (El programa de masa para pasta de la panificadora o una batidora de masas es perfecta porque a mano pueden ser unos 10 minutos de amasado con una varilla o una espátula). La masa es bastante pegajosa, muy elástica y un poco liquida. Con la receta original sale más solida, y con las manos untadas de aceite se hacen bolas del tamaño de una nuez grande o una pelota de pinpon, se colocan sobre la bandeja con papel de hornear y tenemos bollitos redonditos. Como con el kéfir ha quedado más liquida, así que la he metido en una bolsa usándola como una manga pastelera (cortando un piquito) y he rellenado algunos moldes de silicona y han salido con la forma de profiteroles.



Horneamos 15-20 minutos al horno a 180º, vigilando el horneado sin abrir la puerta y disfrutando viendo como suben los panecillos y dejando que se doren un poquito. Un autentico lujo panes recién hechos, tiernos, jugosos, con un leve aroma a queso y que podemos rellenar tanto de dulce como de salado... Que aproveche!!



(y ojo si sois varios en casa porque vuelan, visto y no visto)