miércoles, 30 de noviembre de 2011

EL FIN DE MES AGUDIZA EL INGENIO... O LA CASUALIDAD

Hoy no iba a haber entrada, estaba en ese "I'm not in the mood" (y ahí sigo, pero hay casualidades que merece la pena compartir). Supongo que me va a bajar la regla y no me conozco... ando con pocos amigos y un pelín tirana... tanto, que he decidido que no hacemos compra hasta que comience el mes y acabemos con todo lo que tenemos. Mi marido anda un poco deseando que llegue el día uno (me ha dejado claro que mañana vamos a comprar aunque quede media despensa, seguramente a reponer las provisiones de salchichón, queso y algo de carne que hace días que no comemos). Así que esta tarde, mirando la nevera y la cesta de frutas y verduras... era de pena. Media col lombarda, unos ajos, unas naranjas, una zanahoria, un calabacín, un par de yogures, un trozo de jengibre, un par de huevos, unos garbanzos hervidos que sobraron del potaje, leche, mantequilla... lo dicho, penoso.
Total, toca col lombarda al estilo fin de mes... una sorpresa de esas que te da la vida y descubres un plato que está buenisimo, ¡y no lo sabías!


COL LOMBARDA A LA NARANJA CON GARBANZOS

sábado, 26 de noviembre de 2011

GANAS DE SUR Y DE TARTA VEGETAL

Si tengo que escoger un recuerdo de mi época universitaria me quedo con algunos de los domingos del primer año, sin duda.

En aquella época los exámenes se hacían los sábados por la mañana y era lo mejor que habían inventado en el mundo académico: no había que hacer malabares para que no coincidiera con ninguna clase importante, no había problemas de espacio para reservar las clases, teníamos un poco de más tiempo para hacer el examen sin tanta presión, y lo mejor podías "portarte bien" estudiando y centrándote como dios manda de lunes a viernes, el sábado hacer el examen y vivir inténsamente el fin de semana, para celebrarlo o para intentar olvidarlo... ¡pasó y era fin de semana! Si esto además coincide que vives en un piso de estudiantes, y compartiendo con la que se acabó convirtiendo en mi "última mejor amiga" (esa "mejor amiga" que sabe lo que piensas antes de que lo pienses) es insuperable.
Después del examen, el almuerzo, las compras de la semana y descansar un rato, empezaba la "girlssssession" de duchas, trapitos, maquillaje y café con música preparándonos para la noche... noche que solía acabar con el desayuno, casi siempre compartido con gente que acabábamos de conocer unas horas antes. Llegábamos a casa el domingo a la hora que los vecinos salían a pasear al perro o a comprar el periódico. Un poco de aseo, unos vaqueros y otra vez a la calle con la compañía ineludible de las gafas de sol... al centro de Sevilla... a uno de los bares más sevillanos que existe: el Patio San Eloy, en la calle San Eloy, toda una institutción. Y a repetir menú: cervecita y la tapa estrella de la casa "tarta vegetal".
Ayer tenía un antojo horroroso de tarta vegetal, y como en estos casos este plato va inevitablemente ligado a un recuerdo, me acordé mucho del sur, de Sevilla, de sus calles y sus bares, y por supuesto de Coral, mi amiga y compañera de aventuras y desventuras sevillanas.




TARTA VEGETAL

miércoles, 23 de noviembre de 2011

COSAS QUE ME PASAN POR LA CABEZA

Las aglomeraciones me aturden. No sé si me ha pasado toda la vida o es cosa de ir haciéndose mayor, aunque creo que es más de lo primero y se va intensificando con lo segundo. Además ya en el instituto me agobiaba bastante con ciertos compromisos sociales como "quedar" con la pandilla para salir. Me resultaba... nunca he encontrado una palabra para describirlo, ¿para qué voy a devanarme el seso ahora? Y no es que fuera tan rara que quisiera estar sola, de eso nada, mejor dicho era todo lo contrario, nunca me ha gustado estar sola, la soledad es un estado dañino, porque no es cuestión de tener siempre a alguien al lado, sino de sentirte acompañada, como persona,... Me gustan las personas, unas más que otras, también es verdad.
¿Y por qué no me gustaba quedar si me gustan las personas? Pues por eso mismo, porque al obligarte a estar en un grupo a una hora y en un lugar que quizás no sea lo que te apetece en ese momento reduce el momento a una reunión "de gente". Las relaciones, las conversaciones, los momentos tienen ese toque mágico, vivo, especial, ameno, intenso, sencillo, romántico, dramático, divertido... sólo cuando surge, libre y natural, espontáneo. Obligarme a estar con antelación sin saber si en el momento me apetecería o no nunca me ha convencido, y esto me ha acarreado más de una crítica (por delante y por detrás), más de un rechazo y más de una discusión. En mi época de instituto, en mi pueblo, había incluso reproche tipo "novios" del tipo de "es que tu no defines cual es tu pandilla" o "es que tu quedas con quien te apetece". Tenían razón, y también porque tenían razón cada momento que pasaba con quien lo pasaba para mi era especial, y por orden general para los otros también, porque surgían y eran personales, momentos propios compartidos. Durante la universidad continuó igual, pero al menos no volví a escuchar estos reproches. (Ni que decir tiene que mi primer "novio" fue a los 18 y me duró algo menos de un mes... falta de entreno y me cansé muy rápido).

martes, 22 de noviembre de 2011

BENDITO KEFIR: VASITO DE KEFIR Y MANZANA A LA CANELA

Hoy quería poner una receta de esas "curraditas", pero como dice el dícho, la vida es eso que te pasa mientras tú te empeñas en hacer otros planes... y la vida me ha pasado y me ha arrastrado dejando detrás de mi la receta. Podría poner una "de archivo", pero en este momento no le veo sentido, no abrí un blog para poner dos recetas a la semana, sino para expresarme, sacar fuera cosas de los momentos que me apetecíera compartir.
Este en momento en concreto no tengo muy claro que quiera compartirlo, pero me tiene absorbido el cerebro en los últimos dos días, así que no tengo muchas opciones. Hace dos días que lo vi y no hace mas que darme vueltas en la cabeza, un cacharrito nuevo para mi cocina. ¿Que parece un poco obsesivo? Pues puede ser, pero sé que a muchos de los que paséis por aquí os pasa lo mismo... para que negarlo.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA... SIN GLUTEN

Esta es una de las entradas que más miedo me da, (y aviso que es larga) el pan; no hay celiaco cocinillas que se precie que no tenga el reto de "el pan perfecto sin gluten" en el top 1 de sus miras... Y es que por mucho que nos pongamos positivos, hasta ahora el pan p
erfecto es de trigo y lleva gluten, qué le vamos a hacer. Creo que todos soñamos con un pan como el que comíamos antes, muy fácil de hacer y lo más barato posible, que además lleve pocos aditivos y sea sano... y de paso que nos toque la primitiva o la lotería de navidad este año... ¡puestos a pedir que no falte!


Yo no lo he conseguido (el pan perfecto), pero reconozco que tras seis o siete meses de convivencia con mi panificadora y muchas muchas pruebas he conseguido un muy digno aspirante. Está buenisimo, tiene fibra, es esponjoso, aguanta hasta cinco días fuera de la nevera, tiene un tamaño increíble (la primera vez que me comí un sandwich mixto tuve que hacerle una foto porque por fin un único sandwich era una cena.
La receta es la "evolución" personificada a mi panificadora, mis gustos y mis experiencias de una receta que cogí del blog de Storch, pero poco a poco ha ido modificandose y ahora la receta es un poco diferente.
Antes de empezar con la receta en sí, una aclaración, el ingrediente secreto sigue siendo amor, ¡mucho amor! La masa de pan, al menos en casa, es como un niño pequeño más, con su personalidad propia, y además, mi "bebé-masa" se parece un poco a mi (quizás cada masa se parezca a su mano creadora, quién sabe) le gusta tener compañía pero no que le estén mirando continuamente, se agacha cuando le tienen miedo, se desanima con la falta de confianza, le gusta el otoño gris y húmedo pero para estar en casa calentita, tapadita y mejor en la cocina (ya digo que es como mi clon), y eso sí, cuando se anima y se sube hay que pegarle con la espátula para que se calme, como su mami otra vez.


Por cierto, esta entrada se la dedico a Sonia de "Sin gluten es mas rico", por retomar el apasionante tema panero.

lunes, 14 de noviembre de 2011

MAGDALENAS SIN GLUTEN: CUPCAKES VS. MUFFINS

La versión "muffin" de las magdalenas con chocolate quedaron buenisimos, muy de mi gusto porque los hice poco dulce, con una miga rustica y firme pero tierna y ligera... mucho más de bakery que de pastelería... Pero para gusto colores, así que también tenemos la versión "fina", delicada, dulce, ideal para un momento de capricho. Estas las hice antes, y a decir verdad "volaron" y entre tres "poco amigos de los dulces" nos comimos once magdalenas en menos de 24 horas. Pero es que realmente son ligeras, (y eso que practicamente llevan los mismos ingredientes y proporciones) se deshacen en la boca y casi que no te das cuenta y ya estás cogiendo otra... Divinas.
Eso sí, las gotas de chocolate no las "soporta" (se van al fondo) pero aunque no me acordé de hacer las fotos tan distraida que estaba tragando, la condición está en el tamaño de los trocitos de chocolate. Al ser tan liviana la masa, las lascas de chocolate tienen que ser pequeñas y entonces quedará "con pecas", casi como una stracciatella.

la única que aguantó un poco el chocolate, pero con la mayoría al fondo.


sábado, 12 de noviembre de 2011

DESDE OPORTO CON AMOR: MUFFINS VS. CUPCAKE

En realidad el titulo completo de la entrada sería algo así como "Desde Oporto con amor: muffins versus cupcake, en busca de la magdalena sin gluten y con gotas de chocolate"
Y es que esta entrada va en respuesta a una petición de una amiga que me sugirió como reto para la semana buscar una receta de magdalena con trocitos de chocolate, sin gluten, que tengo la suerte de tener una amiga celiaca, y digo suerte porque es genial compartir con alguien las  aventuras y desventuras de buscar unas tapitas gluten free por ahí, y mejor todavía, que te inviten a comer y vayas con toda la tranquilidad de saber que no vas a tener que pasarte media noche "indispuesta".
Yo no soy muy de magdalenas, cupcake o muffins (bueno, de muffins lo era en Escocia, muffins de blueberries, eran mi perdición... tendré que hacerlos cuando los blueberries estén más asequibles), pero es verdad que de vez en cuando se apetecen. Y como la necesidad es la madre de las ciencias y el amor el ingrediente secreto... reto aceptado y me puse manos a la masa.
¿Que no te crees que el amor es el ingrediente secreto? Pues lo és... algún día hablaré sobre eso.

martes, 8 de noviembre de 2011

CREMA DE ZANAHORIAS Y MANZANA... ¡QUE SI!

Hoy hace un día feísimo, porque ni siquiera es uno de esos preciosos días otoñales con esa luz y ese encanto especial del viento suave pero firme arrancando hojas en los árboles, y esa lluvia que hace que los colores sean más brillante,... No, hoy hace un día de perros y poco más: frío, lluvia, con aire y el cielo de un gris indefinido...  Y es que el otoño es precioso en los preciosos días de otoño, pero también tiene "su otra cara" el resto de los días, la que nos recuerda que el barro ensucia, la lluvia moja y el frío cala, que los días son cada día más cortos y lo seguirán siendo hasta llegado el invierno, esos días que decimos eso de "hogar, dulce hogar" y "como en casa en ningún sitio... Un día para un plato calentito de cuchara.
Así que como no se me ocurría nada en el momento, me metí en internet a echar un vistazo a ver que se me antojaba acorde con lo que había en la nevera, y en cuanto vi la crema de zanahoria con naranja de Storch me dio el flechazo... aunque lo reconozco, inmediatamente se me ocurrió cambiar un par de ingredientes... no tengo remedio.
Reconozco que nunca me ha entusiasmado la crema de zanahoria, soy más de crema de calabaza o calabacín, así que no suele ser un plato habitual en mi cocina... hasta hoy, que por votación popular ha desbancado a la top 1 crema de calabacín y queda adoptada como miembro de la familia.


domingo, 6 de noviembre de 2011

ME HUELE A "HUMUS"

Hoy estoy tremendamente feliz porque después de dos semanas ¡he vuelto a oler! Parecerá una tontería pero a mi me amarga quedarme sin olfato, no se puede ser un cocinillas como dios manda sin olfato. Y es que cada vez que me contamino de gluten, además de los dolores de barriga, las nauseas, la mala cara,... me da una bajada de defensa, un repentino ataque de rinitis y la pituitaria entra en coma durante unos días (o unas semanas si no encuentro la fuente contaminada rápido, o vuelvo a contaminarme antes de limpiarme del todo). El olfato, el gran sentido olvidado... Yo creo que es nuestro sentido más animal, más primario, cuando algo me gusta muchísimo lo huelo... los libros, el ambiente, mis hijos... me encanta oler a mis cachorritos por las mañanas.
Bueno, para celebrarlo, nada mejor que una nueva entrada, que ya tocaba.

HUMUS