miércoles, 23 de noviembre de 2011

COSAS QUE ME PASAN POR LA CABEZA

Las aglomeraciones me aturden. No sé si me ha pasado toda la vida o es cosa de ir haciéndose mayor, aunque creo que es más de lo primero y se va intensificando con lo segundo. Además ya en el instituto me agobiaba bastante con ciertos compromisos sociales como "quedar" con la pandilla para salir. Me resultaba... nunca he encontrado una palabra para describirlo, ¿para qué voy a devanarme el seso ahora? Y no es que fuera tan rara que quisiera estar sola, de eso nada, mejor dicho era todo lo contrario, nunca me ha gustado estar sola, la soledad es un estado dañino, porque no es cuestión de tener siempre a alguien al lado, sino de sentirte acompañada, como persona,... Me gustan las personas, unas más que otras, también es verdad.
¿Y por qué no me gustaba quedar si me gustan las personas? Pues por eso mismo, porque al obligarte a estar en un grupo a una hora y en un lugar que quizás no sea lo que te apetece en ese momento reduce el momento a una reunión "de gente". Las relaciones, las conversaciones, los momentos tienen ese toque mágico, vivo, especial, ameno, intenso, sencillo, romántico, dramático, divertido... sólo cuando surge, libre y natural, espontáneo. Obligarme a estar con antelación sin saber si en el momento me apetecería o no nunca me ha convencido, y esto me ha acarreado más de una crítica (por delante y por detrás), más de un rechazo y más de una discusión. En mi época de instituto, en mi pueblo, había incluso reproche tipo "novios" del tipo de "es que tu no defines cual es tu pandilla" o "es que tu quedas con quien te apetece". Tenían razón, y también porque tenían razón cada momento que pasaba con quien lo pasaba para mi era especial, y por orden general para los otros también, porque surgían y eran personales, momentos propios compartidos. Durante la universidad continuó igual, pero al menos no volví a escuchar estos reproches. (Ni que decir tiene que mi primer "novio" fue a los 18 y me duró algo menos de un mes... falta de entreno y me cansé muy rápido).
¿Pros y contras? Como punto bueno diría que recuerdo mi vida con cariño y con una sonrisa, incluso para los malos ratos. Tengo un millón de recuerdos y cada uno lo recuerdo como "mio"; y de las personas que estaban allí, en ese momento solo tengo cosas buenas que decir... incluso si se portaron mal, o se equivocaron (como también me equivoqué yo un millón de veces y también me porte mal otras tantas). Como contra destaco que siento que me faltan raíces. Al no ser integrante de plena obligación y derecho de una pandilla, (lo que no quiere decir que fallara a mis amigos, estuve ahí para los buenos y los malos momentos, de risas y de lágrimas, pero nunca por compromiso, y menos por obligación) las pandillas a veces se quedaban estables mientras que mi vida cambiaba como un origami y volaba de aquí para allá y de allá para acá cuan colibrí... Mi hija mayor tiene cinco años, nació en Málaga, y ha vivido en Manchester, Sevilla y ahora Oporto, y en cada lugar siento que he dejado un cachito de mi vida. Cada mudanza acaba siendo un empezar de nuevo, cada vez más lento, y cada vez más cansado. Ahora no tengo ganas. Será por el otoño, por el idioma que por más que me miento no me gusta, porque estoy cansada de tanto decir hasta luego, porque tengo dos nenes pequeños y es más complicado, porque la casa es muy bonita y acogedora como para salir fuera, porque cocinando y jugando estoy más a gusto, porque los portugueses son un poco "distintos" a los españoles, porque no me apetece coger el coche, porque... no lo sé, quizás solo sea porque la vida me pide estar aquí, ahora y ya está. La vida es tan simple y tan compleja al mismo tiempo...
        Lo más tonto del asunto es que todo este pensamiento me ha venido de visitar algunos de los blogs que me gustan, porque a menudo aunque no diga nada me paso a "veros" (quizás por tu blog también, seguramente) pero aunque me encanta que me digas algo, me encanta tener un comentario, me cuesta mucho escribirlos, a veces porque tengo un bebé tremendo en brazos y físicamente es casi imposible, a veces porque no se muy bien que decir y no me gusta poner frases en cadena tipo "te ha quedado expectacular" o "tiene una pinta fabulosa". Si pongo un comentario es porque si estuvieras delante me saldría decir algo, porque delante de la pantalla lo he dicho y porque además, tengo las manos libres para poder escribirlo. Hoy he estado por algunos blogs que hace un par de meses o tres tenían menos de diez comentarios por entrada,  pero eran "personales" se decía algo. Hoy unos meses más tarde tenían treinta, cuarenta o cincuenta, pero la gran mayoría estaban vacíos. De algunos me he ido un tanto aturdida de tanto elogio (generalmente merecido) que al final parecían un barullo de voces hablando al unisono sin escucharse unas a otras. En fin, cosas que se me pasan por la cabeza, qué le vamos a hacer.
Buenas noches, (o buenos días, o buenas tardes, como te toque en este momento), seas quien sea espero que seas feliz, no hay nada mejor que ser feliz, ojalá te encuentres en el, como define Nina, "apacible nivel cero". Besos.

3 comentarios:

  1. Sabes... eso de obligarse a estar en algún sitio con antelación sin saber si te apetecerá o no es justamente uno de los temas que me trae de cabeza hace ya muchos meses. Desde que tuve a mi hija (19 meses) parece que se ha convertido en una obligación eso de ir a visitar a los abuelos cada fin de semana.
    Me siento realmente agotada.
    Bueno... estoy en vias de solución (espero!)

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  2. Por cierto, ya debe de estar al caer mi pedido de harinas y cosas varias del sito que me recomendaste :)))
    Sonia

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  3. Ufff, eso de los abuelos es un tema intenso de amor-odio, entre la gratitud y el despecho,... Y es que se les debe tanto... y saben poner esa cara de sufrido abandono... y ese tono en el "no vais a venir???" o "¿qué quieres que os prepare para comer???" Y claro, olvidate de "organizar algo divertido todos juntos" porque nos volvemos comodones y ya todo es que vengan a verme a casa... Nosotros en casa conocemos eso muuuuy bien, y acabamos haciendo un acuerdo: reservar un fin de semana para nosotros de cada dos. Uno abuelos, uno nosotros, aunque nos mudamos a Oporto y ahora la pelicula es otra...
    ¿Qué has pedido??? (jaja, que cotilla) yo me estoy controlando porque me voy casi un mes de viaje y no quiero pedir nada de comida hasta la vuelta. Supongo que ya iremos "notando el pedido en las próximas recetas"
    Besotes y una canción que mi marido y yo nos cantamos cuando cuando alguno se olvida de ello (también se lo cantamos al os niños, ero no se enteran, que le vamos a hacer jajaja) que te dedico para el fin de semana:
    http://www.youtube.com/watch?v=TmqRiBMr_hs

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